Las provincias ucranianas separatistas de Donetsk y Lugansk, cuya independencia ahora es reconocida por la vecina Rusia, son un territorio mayoritariamente de habla rusa ubicado en el este de Ucrania, en la llamada cuenca de Donbass, y han estado fuera del control de Ucrania desde 2014.
Más de 14.000 personas han muerto desde entonces en los enfrentamientos entre el ejército ucraniano y las fuerzas “republicanas” declaradas por los separatistas.
– área minera y metalúrgica –
Donetsk, anteriormente conocida como Stalino, es la capital de la cuenca minera de Donbas y también uno de los principales centros metalúrgicos de Ucrania.
Con una población de 2 millones, es la capital de la provincia de Donetsk, la más meridional de las dos, y tiene acceso al mar de Azov.
Lugansk, anteriormente Voroshilovgrad, es una ciudad industrial, la capital de la provincia y tiene una población de 1,5 millones.
La cuenca del Donbas, que limita con Rusia en la costa norte del Mar Negro, tiene vastas reservas de carbón.
La presencia de personas de habla rusa en la región está relacionada con la gran cantidad de trabajadores rusos enviados allí después de la Segunda Guerra Mundial durante la era soviética.
– Conflicto desde 2014 –
Un conflicto entre las fuerzas ucranianas y los separatistas de Donetsk y Lugansk estalló hace ocho años después de que una ola de protestas populares derrocara al gobierno ucraniano, que entonces era amigo de Rusia, y lo reemplazara por otro nacionalista, antirruso y pro occidental.
Los separatistas, que veían la revolución como un golpe de estado, se sintieron amenazados por el nuevo gobierno que, según se informa, no los representaba.
Poco antes de tomar las armas, Rusia anexó la península ucraniana de Crimea frente al Mar Negro después de que su pueblo también rechazara un cambio de gobierno y celebrara un referéndum sobre la independencia.
Ucrania y los países occidentales acusan a Rusia de apoyar militar y financieramente a los separatistas, pero Moscú lo niega. El reconocimiento de su independencia por parte del presidente Vladimir Putin permitiría a Rusia enviar combatientes y armas para ayudar a Ucrania.
Donbass también está en el centro de la batalla cultural entre la capital de Ucrania, Kiev, y Moscú, que afirma que la región, junto con gran parte del este de Ucrania, está poblada por personas de habla rusa que deben ser protegidas del nacionalismo ucraniano.
– Acuerdos de Minsk –
La solución al conflicto planteada en los acuerdos de Minsk de 2015 se encuentra en un callejón sin salida, ya que el gobierno ucraniano y los separatistas se acusan mutuamente de faltarle el respeto.
Aunque se establecieron varios armisticios, quedó obsoleto debido a las reiteradas violaciones por parte de las partes en conflicto.
La parte política de los acuerdos, que asegura la amplia autonomía de las regiones rebeldes y la celebración de elecciones locales bajo la ley ucraniana, sigue siendo letra muerta y las partes en conflicto se culpan mutuamente del fracaso.
– Líderes –
Denis Pushilin, elegido en 2018 en una votación condenada por Kiev, lidera la llamada República Popular de Donetsk (RPD).
Leonid Pasechnik encabeza la llamada República Popular de Lugano (LPR).
Según versiones no comprobables, muchos líderes separatistas, víctimas de luchas fratricidas o de operaciones de los servicios especiales de Ucrania han muerto en atentados en los últimos años.
El caso más notable es el del exhombre fuerte de Donetsk Alexander Zacharchenko, quien murió en una explosión en 2018.