El grupo de música santafesina para niñas, niños y familias Canticuénticos llega este domingo a la terraza del centro cultural Konex con su espectáculo “Canticuénticos de Verano”, que también será el sábado 19 en Quilmes y el lunes 21 en Mar del Plata.

Además de sus temas como “La cumbia del monstruo”, “Quiero para mí”, “El mamboretá” y “Bate con la cucharita”, que recorren los ritmos de la región y conocen y visitan a niñas y niños en las redes sociales, En esta ocasión, el grupo trae “Canciones en cartón”, una colección de pequeños libros en cartón (hojas duras) especialmente diseñados para la primera infancia.

“La infancia es un momento crucial en una vida en la que se definen temas muy importantes y creemos que a través del arte podemos ayudar a ampliar nuestros horizontes, fomentar la sensibilidad, la empatía, los valores humanos y tener una mejor relación con los demás y el entorno. y ‘Canti’ nos esforzamos por acercarnos a este territorio con el mayor respeto, compromiso y cariño”, dice Ruth Hillar (voz, flauta y acordeón) en la primera definición de un grupo con 12 años de trayectoria.

Habla sobre las próximas tres actuaciones. (Estadio Centenario de Quilmes, sábado 19 a las 18:00; Konex, domingo 20 a las 18:30; y Radio Teatro Ciudad de Mar del Plata, lunes 21 a las 20:00), Daniel Bianchi (guitarra, charango e iglesias) dice que ” la energía de la vida no tiene paralelo”.

“En los discos hay una preocupación por el sonido y la amplitud de la interpretación, pero el directo tiene otros códigos, y aunque no se descuida lo anterior, se pone la energía en la transmisión, en la comunicación, de forma circular”.

Dos integrantes de la banda, integrada por Ruth Hillar, Daniela Ranallo (voz), Laura Ibáñez (voz), Gonzalo Carmelé (bajo y coros), Daniel Bianchi y Nahuel Ramayo (batería, percusión y coros), hablaron con Télam .

– Télam: ¿Qué destacarías como principales particularidades de las niñas y los niños como público?

-Ruth Hillar: Cada vez que estamos a punto de subir al escenario, nos estamos preparando para ese milagro. Conocer a cientos de niñas y niños, desde bebés hasta adolescentes, siempre es una experiencia increíble. Como público, son completamente auténticos y sabemos que la concentración y atención que le ponen es absolutamente real. Si algo no les importa o les resulta aburrido, no hay obligación: ¡empiezan a hacer otra cosa y listo! Vemos que hay chicas a las que les gusta participar y otra parte del público que está más atento y tranquilamente se pierde cualquier detalle. Pero lo que siempre vemos desde el escenario son las caras de encanto, de cariño, de sorpresa. Pequeños dibujos y letras entre canciones y canciones, pequeños besos voladores que van y vienen…

– Télam: ¿Qué has aprendido de niñas y niños en más de 12 años de viaje?

-Daniel Bianchi: Las cosas que sabíamos antes de empezar nunca dejarán de sorprendernos, porque todos siempre hemos tenido contacto con los niños: en las escuelas donde trabajamos, en las familias, con los amigos. Esas cosas están llenas de sensibilidad, ese hermoso milagro que caracteriza el descubrimiento constante y tan propio de la infancia, la falta de prejuicios, el juego, la curiosidad, la libertad, el cuestionamiento. Todo lo que entra en juego cuando sube al escenario, cuando crea canciones, etc. Nos sentimos en el camino que seguimos aprendiendo cada día.

– T: ¿Cuál fue tu investigación de tus propios ritmos y folklore en tu música y cómo rescatas al máximo esta construcción musical colectiva en la región?

-DB: Todos tocábamos música de diferentes géneros antes de convertirnos en Canticuénticos, y lo seguimos haciendo. Tocamos música académica, contemporánea, jazz, latinoamericana, tango, etc., pero algo que tenemos en común es que todos participamos en grupos de música asociados al folklore argentino y latinoamericano. Es el “pulso común” que nos une. Además de nuestra preferencia personal por este tipo de música, creemos que los ritmos y formas folclóricos son los más adecuados para lograr los objetivos de nuestro diseño. Creemos que es la música que mejor nos representa y es adecuada para hablar de nuestros temas cotidianos, de nuestro paisaje, de nuestros sueños. Es la música la que nos hace diferentes en un mundo tan globalizado, y creemos que es muy valiosa dejarla en manos de los niños, porque favorece la formación de una identidad y una personalidad orgullosa y verdadera.

– T: ¿Podrías hablarnos del espíritu y el porqué de “Canciones en cartón”?

– RH: “Canciones en cartón” es la segunda colección de libros dentro del proyecto del grupo. Iniciamos hace unos años con “Canciones en Papel” con ilustraciones de Estrelly Caracol, y ya editamos nueve títulos, dos de los cuales fueron seleccionados por el Ministerio de Educación de la Nación en 2021 para formar parte del Plan Nacional de Lectura. Esta segunda colección está pensada para la primera infancia, en un formato más pequeño y con un material más duradero para facilitar el manejo de los más pequeños. En marzo se estrenarán los dos primeros títulos: “Acá tá” y “Un remolino” con ilustraciones de Martina Cúneo. Creemos que la conexión temprana con los libros es una de las mejores formas de acceder a la lectura. Y que aprender a leer, especialmente en un sentido amplio, abre la puerta al pensamiento, la reflexión y la libertad.

– T: Eres santafesino y viajas por todo el país ¿Son diferentes las chicas y los chicos de las grandes ciudades, suburbios, interior, pueblos pequeños como público, o hay más similitudes?

-DB: Las cosas son comunes y las cosas son muy diferentes. En las grandes ciudades se acostumbra mucho más ir a los desfiles, a salir con la familia, y eso hace que el público ya tenga una idea clara de lo que se hará y cómo será el evento. En los pequeños pueblos del interior, hay un concierto de eventos para los que la gente se prepara de manera diferente. A veces las ciudades cambian para recibirlos. Pero en todos los lugares a los que vamos, encontramos un público muy dispuesto a asistir a un concierto, cantar, bailar, tocar, y siempre pasa en todos lados.