El número de víctimas de deslizamientos de tierra e inundaciones como consecuencia de las tormentas del martes en la ciudad brasileña de Petrópolis subió este viernes a 130, incluidos 31 niños y adolescentes.mientras que 218 personas han sido reportadas como desaparecidas los bomberos y los residentes están excavando para tratar de encontrar a los sobrevivientes de la tragediaAl respecto informó el Ministro de Defensa Civil del Estado de Río de Janeiro.
Este viernes, el cuarto día de la tragedia, la ciudad vivió escenas de angustia masiva con la activación de las sirenas de alerta ante un derrumbe a las 5 de la mañana por las lluvias en medio del trabajo de los bomberos en las montañas de lodo.
El presidente Jair Bolsonaro sobrevoló Petrópolis este viernes y comparó lo que vio con un “escenario de guerra”, y reconoció que había situaciones impredecibles y restricciones presupuestarias para satisfacer todas las demandas de las personas que viven en zonas colapsadas.
Vecinos de Petrópolis aseguran que hay pocos bomberos en los sitios buscados, pero el gobernador Río Claudio Castro explicó que hubo limitaciones técnicas por temor a nuevos derrumbes.
También se hicieron reclamos en el Instituto Médico Legal, la morgue, donde incluso hubo denuncias de lentitud en el proceso de identificación de las víctimas por falta de insumos.
El gobernador Castro, aliado de Bolsonar, es criticado por no agotar el presupuesto de desastres de montaña en 2021 y usar solo el 47% de los recursos específicos asignados.
“No podemos dormir por el susto que causó el desastre del martes y hoy no pudimos dormir por las nuevas sirenas de aviso de lluvia. Tengo siete familiares enterrados bajo el lodo y pido a Dios que los mantenga con vida”, dijo. . Mónica Veiga, cuya familia vivía en una casa destruida por los derrumbes del martes en Alto da Serra, barrio que desapareció a causa del derrumbe.
Los trabajos fueron interrumpidos en la tarde del jueves tras alertarse de nuevos derrumbes.
Historias de familias destrozadas, funerales multitudinarios en el cementerio local y la desesperación de encontrar comida en medio de la basura marcan el reloj de esta región montañosa ubicada a 68 kilómetros de Río de Janeiro, histórica ciudad turística, porque allí hubo una residencia invernal de la familia imperial que gobernó Brasil hasta 1889.
El martes
Petrópolis recibió el martes las peores lluvias desde 1932: en cuatro horas llovió lo esperado para todo febrero y cayeron más de cincuenta avalanchas.
En ese contexto, el derrumbe del Morro da Oficina provocó una inundación masiva en toda la ciudad, provocando decenas de muertos y destrozos por la fuerza de los torrentes en los que llegaron las calles.
Petrópolis y las vecinas Nova Friburgo y Areal sufrieron la mayor tragedia de la región en 2011, con 918 muertos y más de 100 desaparecidos por derrumbes en la zona montañosa.
La Secretaría de Desarrollo Regional ha desembolsado cerca de $550 millones para equipar equipos de rescate y adquirir canastas de alimentos básicos, kits de aseo personal, colchones, limpiadores y frazadas para más de 3.000 evacuados.